El Domingo de Ramos o procesión de ‘La Burrica’ dio inicio de la primavera, el desfile infantil de la gran cantera California que echó a la calle el episodio bíblico de la entrada de Jesús a Jerusalén en el que no faltaron las tradicionales palmas y ramas de olivo que portaron hebreos de las distintas agrupaciones de la cofradía.
La jornada comenzó con visitas a la iglesia, eucaristías infantiles, chocolatada y el pasacalles de los granaderos y, tras el paréntesis del mediodía, los californios salieron del templo de la Semana Santa para mostrar el futuro de las procesiones de Cartagena con la gran cantidad de niños y jóvenes que participaron en el desfile.
Entre los detalles curiosos los personajes bíblicos; los pasos esculpidos por el artesano murciano Hernández; la pulsera y los pendientes de La Samaritana, obsequio de su camarera María Comas; el nuevo vestuario infantil de El Ósculo con un manto rayado; el perro del ciego del trono de Los Milagros de Jesús, obra de Quirós; la forma de marcar el paso de las distintas agrupaciones; la música de las marchas interpretada por las bandas de música que acompañó a los diferentes tercios; y el público que fiel a la cita del Domingo de Ramos abarrotó las calles para ver la procesión.
La noche sorprendió al tercio de la Sentencia de Jesús, a su salida desde Santa María, lo que hizo que los tronos tuviesen que usar la luz artificial. Uno de los más aplaudidos fue la aparición del trono de ‘La entrada de Jesús a Jerusalén’, trono tallado por Sánchez Lozano con el Cristo hecho por Benlliure, que da nombre a la procesión.
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