En las calles de Cartagena se volvió a respirar el ambiente efervescente que se vivía en Cartagena a finales del siglo XIX y principios del XX. Bajo el lema ‘Ponte el sombrero y ¡vívela!’, La muestra modernista se amplió a diez días en los que se realizaron actividades de lo más variado con muestras de pintura y cerámica, se abrieron al público edificios públicos que no suelen visitarse, se realizaron un pasacalles de oficios, excursiones con colegios y la actividad más curiosa fue una exhibición de enganches de caballos y carruajes de época que se celebró en las explanadas de la cuesta del Batel venidos desde muchos puntos de nuestro país, entre otras muchas actividades...
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